Este cuento va dedicado a los animales que son maltratados.

Una pelea de perros dejó a Tobi, un perro abandonado, en mal estado. Tubo mucha suerte, porque en los momentos en los que estaba muriendo, pasé por delante de el, lo cojí en brazos con mucho cuidado y me lo lleve a mi casa. Alli le proporcioné comida, agua y leche y le curé sus multiples heridas con agua oxígenada, betadine y se las envolví en esparatrapo. Luego, lo saqué a pasear para que le diera el sol y lo dejé solo para que pudiera dormir.
Al cabo de varios días tubo que irse porque mi madre no quiere animales en mi casa. Voy todos los días a visitarlo, aunque hay días que no lo encuentro.
Ayer llegó a mi casa con un boleto de participación de lotería. Por suerte, comprobamos que estaba premiado y fuimos a recojer el premio. Con ese dinero, le compré el solar al vecino y hice una piscina para el verano y un jardin de residencia para Tobi.
SOMOS MUY FELICES JUNTOS.


Espero que este relato os sirva para aprender la lección que nos puede dar la madre naturaleza por ayudar a animales y personas que necesitan nuestra ayuda.

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